Cuanto tiempo ya pasó desde los primeros errores, cuanto tiempo pasó ya desde esas promesas que se perdieron en el camino. El mundo era seguro, el mundo era junto a vos y hoy que ya no estás me siento frágil, el adiós que no dijimos lo sigo recordando, los días de sol ya no constan por acá, pero sigo riendo bajo la lluvia, mis lágrimas no se distinguen entre sus gotas, esa lluvia que me recuerda que estoy desabrigada, esa que me hace sentir que recuerdo a un extraño.
Me levanto decidida a enfrentar el mundo que tiraste, y te observo, nuestro pasado pasa por mis ojos, sólo quiero poder mirarte y recordarte que cobardes fuimos, como lo dejamos todo, que la eternidad estaba de nuestro lado, que nos tomaba la mano y nosotros la soltamos.
Que dura es la derrota, todo lo que anhelaba se murió en cada rincón. Mi vida comienza a conformarse por días no tan buenos, por días sin tu compañía, por noches sin dormir por sólo recapitular lo que vivimos, mis días empiezan a hacerse rutinarios, el bar donde mi memoria se extravía por unas horas, los días tormentosos donde me siento bajo la lluvia para no olvidar que permitiste que fracase, las horas que paso junto a la ventana esperándote confiada de que todavía recordás como llegar, y por las noches contar los días y las avenidas que nos apartan, seguiré buscando iré a cada lugar en el que anduvimos juntos aunque nunca llegues aunque tal vez ya hayas olvidado todo.
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